Un año, más o uno menos depende de como se mire, como todo, frío, aire y decoración navideña, este año me pilló la fecha en París, si la ciudad es ya curiosa de normal, más lo es en estas fechas. Navidad, dulce, navidad, y salada y ácida en muchas ocasiones, no todo el monte es orégano y no toda la navidad son villancicos y comilonas de marqués.
Se acerca el fin del año, fin de recuerdos, que comienzan a recordarse más que a pensarse, fin de tantas histerias y sonrisas, un año más o uno menos de nuevo reflexión, en el fondo poco importa eso, es tiempo, y el tiempo todo lo cura, hasta los años.
Un día, más bien pronto que tarde, nos daremos cuenta de lo estúpido de la juventud y de lo enervante de la madurez, de las tradiciones ancestrales que no lo son tanto, y de que nos juntamos a la mesa para celebrar un rito pagano unos, y otros, las nuevas generaciones, acabarán pensando que cada veinticinco de diciembre se celebra el nacimiento de Papa Noel, tiempo al tiempo. Joyeux Noël.