viernes, 30 de noviembre de 2012

PONT DE PASSY.



Se levanta bastante apartado de la ciudad, perdón apartada de la ciudad del turismo, la que se refleja en las guías y de las páginas que hablan con poca amplitud sobre la ciudad y sus visitantes, la mayor parte de los turistas lo ven desde lejos, tal vez desde el cercanías que los lleva al Palacio de Versalles, o desde lo alto de la Torre Eiffel, pero es difícil ver gente con cámara sobre él.

Hoy ha perdido su autentico nombre, el de Passy, para rebautizarlo como puente de Bir-Hakeim, también dejó atrás su forma original, pues nació como una pasarela para la Exposición Universal de 1878, y tras una remodelación profunda en 1905, cambió a su versión actual.

Es un puente con mucha historia en la ciudad de París, aunque se eclipse con otros más bonitos y fotografiados pero vacíos de sustancia. Rebautizado como hemos dicho en 1948, descansó hasta los años setenta del siglo XX, cuando fue objeto de acciones terroristas por parte del Ejército Secreto Armenio para la Liberación de dicho país, debido a su cercanía con la embajada turca, contra la que iban dirigidos los ataques. En fin, una leyenda más olvidada en la ciudad de la luz.

jueves, 29 de noviembre de 2012

PASEOS NIMIOS PERO MÍOS.


Me gusta pasear por aquí, a la vera del río, arriba y abajo, desde el Trocadero hasta el final de la isla de San Luis, a veces más allá, cruzando sus puentes en zig zag, tomando fotografías mentales de cada paso, recoveco, de cada individuo que se cruza en mi camino, de cada barco que se desliza Sena abajo, de los gestos de los libreros y de las sonrisas de los ancianos sentados al sol, junto al ayuntamiento, mientras comentan las últimas noticias del día, o los andares de la mujer que pasa a su lado.

Me gusta ya lo digo, sobretodo la parte de la Conciergerie, donde se encuentra la cárcel medieval donde estuvo encerrada María Antonieta entre otros, cruzar por la puerta del Tribuna Supremo, viendo frente a mi la torre de Saint Jacques y la columna de Chatelet, pasar junto al mercado de las flores, donde abundan las orquídeas y las rosas rojas, o tomarme un café en cualquier viejo café de la zona de Saint Germain.

Me gusta tanto pasear por allí, como poco hacerlo por los Campos Elíseos, rodeado de coches y de turistas, que solo miran los escaparates y los edificios con la boca abierta, sin ver a donde se dirigen, y sin el menor cuidado por evitar chocarse con los que no tenemos ningún interés en las tiendas ni en el gasto. Con los que pensamos que una ciudad son calles, y paseos más que gastos y tiendas de lujo.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

BIR-HAKEIM.



Mucha gente, podríamos hablar de centenares o miles de personas, pasan a diario por ella, la estación metropolitana de Bir-Hakeim, en el centro del 15º arrondissement de París, casi al final de la linea seis. Digo y aseguro que tantas personas la pisan por una simple razón, en las guías más turísticas, la marcan como la parada más cercana a la Tour Eifell, aunque no sea tal en realidad, pues más próxima y oportuna es la de École Militaire, perteneciente a la linea ocho.

Mucha de estos turistas y foráneos desconocen, o desconocíamos el significado de este nombre, un apelativo demasiado oriental para ser un lugar de transito en la zona más importante-o casi-, de la capital del Sena. La explicación es simple, o debería serlo, y desde hace no mucho tiempo, unos carteles informativos sacan de dudas a todos aquellos que tenemos un minuto de nuestra vida para pararnos ante ellos y leerlos.

Bir-Hakeim, debe su nombre a una batalla perteneciente a la Segunda Guerra Mundial, desarrollada en tierras Libias, desde el 28 de mayo al 11 de junio de 1942. Un punto de agua abandonado en medio del desierto, donde antes hubo un campamento Turco. Fue una victoria trabajada y sudada a sangre, donde el Ejercito Libre francés-parte de la 13ª Media Brigada de la Legión Extranjera-, resistió el ataque motorizado del ejercito fascista italiano y de la Alemania nazi, ayudando así a las tropas británicas a rehacerse y conseguir la victoria final en El Alamein.

martes, 27 de noviembre de 2012

COUP DE TÊTE.



Cinco metros de alto, y varias toneladas de bronce aparecen con forma de futbolistas en la plaza de Beabourg, justo a los pies del museo de arte contemporáneo-o moderno, según gustos-, Georges Pompidou de París.

Como podrán observar, es el cabezazo de la estrella francesa del balompié Zinedine Zidane cabeceando el pecho del italiano Marco Materazzi, en la final del mundial de fútbol 2006 de Berlín. La oscura escultura se levanta en el lateral izquierdo del edificio, y se colocó allí como antesala de la exposición del mismo autor denominada “Je suis innocent” que albergará el museo en su interior.

El artista francés de origen argelino Adel Abdessemed, ha realizado un gran monumento a la derrota, por lo menos a la derrota más reciente que aún retumba y duele en el sentir francés-muchos no recuerdan Bailén, ni Waterloo-, es el problema de la ignorancia, pensamos que lo más doloroso que nos puede ocurrir es la derrota de nuestro equipo, mientras a nuestro alrededor el hambre se apodera de la ciudad, haciéndose con el control, casa por casa, avanzando portal por portal, pero eso a quien le importa, Francia perdió un mundial de fútbol aquel día.


viernes, 12 de octubre de 2012

ESCUDO DE PARÍS.


Es curioso, pues hace mucho que vi el escudo de la ciudad, exactamente en el mismo lugar donde hoy tomé esta foto, en el interior de uno de los andenes de la estación de metro de Hôtel de Ville, concretamente la de la linea uno de la ciudad de París.

El escudo como ven es un tanto curioso. Un barco de plata, sobre olas del mismo metal, sobre campo de gules-rojo-, aumentado por un jefe de azur-azul-, sembrado de flores de lis de oro. Llamando la atención sobre manera la parte inferior, pues bajo la punta, se puede leer la leyenda o lema de la ciudad del Sena: Fluctuat nec mergitur, o lo que viene a ser Navega, sin ser nunca sumergido. Bajo la leyenda se aparecen tres medallas, estas no son otras que las tres ordenes de Francia: la Orden de la liberación, la de la Orden de la Guerra (1914-1918), y la de la Orden de la Legión de Honor, de la que ya hemos hablado en profundidad en esta página. Finalmente rematado-el escudo-, en su timbre, con una corona natural -de oro-, de ocho torres, de las que solo se ven cinco, y mampostería de sable.

La franja de azur, que hace las veces del jefe, son los símbolos borbónicos, es el escudo de los antiguos reyes de Francia, durante la época de Napoleón I, la parte del jefe de Francia fue sustituido por un campo de gules, cargado de tres abejas de oro. El barco que aparece en plata, simboliza al Scilicet, símbolo de la antigua Cofradía de los Marchantes del Agua de la ciudad del Sena, que durante la Edad Media se hizo cargo de la Corporación Municipal de la ciudad de París, este barco también sufrió un cambio más leve durante la época Napoleónica, pues en la proa del barco, se coloco una clara evocación a la diosa Isis. Las medallas, fueron colocadas poco a poco, la primera, La Legión de Honor, máximo distinción en Francia, después llego la Orden de la Guerra, al finalizar la Iª Guerra Mundial, y la de la Orden de la Liberación, le fue concedida a la ciudad tras finalizar la ocupación de la Alemania Nazi en 1945.

lunes, 8 de octubre de 2012

BASILICA DE SAINT DENIS.



A nueve kilómetros del centro de la ciudad de París, se levanta una maravilla arquitectónica, la basílica de Saint Denis, en el centro del barrio 93, en la zona conocida como Seine-Saint Dennis. Su estilo gótico se muestra plenamente en el interior con su perfectas vidrieras del siglo XII y XIII, así como con su crucero de una amplitud sin precedentes en la arquitectura francesa, y que se creó para dar cabida a las tumbas reales, creando así la mayor necrópolis real del país vecino.

Nació como abadía, levantada sobre un antiguo cementerio galo-romano, en el lugar donde fue martirizado y asesinado Saint Denis, desde entonces asociada al mundo franco, ya fue basílica durante la época merovingia, en está época y en la carolingia algunos de sus reyes pidieron ser enterrados en su interior. Es catedral, desde 1966, año en el que se creó la diócesis de Saint Denis.

Un punto escabroso de la historia de esta construcción fue la profanación de sus tumbas durante la revolución de 1793, los revolucionarios arrojaron las cenizas de reyes y príncipes a la fosa común abierta en la zona denominada cementerio viejo de los monjes. Como toda obra de gran envergadura e importancia, la catedral de Saint Denis ha sufrido muchas remodelaciones a lo largo de su historia, una de las últimas fue la realizada por Napoleón III y Viollet-le-Duc, la cual salvó la construcción posiblemente de su ruina total. En la actualidad el cercano paso del RER B-cercanías suburbano-, ha creado un movimiento profundo de los ríos subterráneos, lo que ha desembocado en que el santuario real esté plagado de una serie de infiltraciones, que unida al salitre producido por esta humedad, y unido a la contaminación moderna, hace que la situación de parte del templo, no ayude en demasía al reconocimiento merecido por parte de la Unesco de esta necrópolis, el cual, en vez de avanzar y proteger la catedral, parece bastante bloqueado, a pesar de ser esta, la primera basílica construida en estilo gótico del mundo.


domingo, 7 de octubre de 2012

CAFÉ HUGO.



Alzado entre la place des Vosges y la rue du Pas de la Mule, en el centro del barrio del Marais, frente al parque del rey Luis XIII, a unos metros de la casa de Victor Hugo, por lo menos de la casa donde más tiempo pasó el escritor francés antes del destierro político.

Dos plantas y buena comida, un bistrot de los de siempre, y de los de siempre llenos, completos, terraza incluida, tal vez por su fama, por su calidad culinaria o por la simpatía de su personal.

Lo descubrí tarde pero la parte trasera de su negocio, una antigua galería de arte, de la que ni siquiera se han desprendido de su antiguo nombre, en su interior una pequeña barra metálica, junto a la cocina, donde un sonriente barman, sirve cada bebida comandad por sus compañeros, un lugar acogedor a pesar de ser una de las zonas y de los cafés más concurridos de la ciudad.