Hay sitios, lugares que lo aconsejan, incluso que acompañan y ayudan a ello, eso ocurre cerca de las avenidas principales, pero sobre todo en las pequeñas calles cercanas a esas grandes avenidas, calles estrechas, de los viejos barrios, pero con nueva gente. Parejas, tipos y tipas solos, con las manos en los bolsos y la mente en las nubes, grupos de excursionistas, o familias completas, paseando sus cuerpos por las nítidas y confortables calles.
Observando, contemplando y asumiendo las paredes, las calles, los coches, las personas que te encuentras de frente y a la espalda. Sus ojos, sus cabellos, sobre todo sus miradas, asumiéndolas como propias, pues en el fondo lo son, como lo son las tuyas, para las personas que se cruzan en tu camino. De eso trata, en eso consiste en caminar, en eso consiste la vida.
Paseos, por costumbre o por necesidad, paseos, que por necesidad se acaban convirtiendo en costumbre necesaria del día a día. El aire contaminado del centro de la ciudad, se acaba volviendo irrespirableménte necesario, y los paseantes aún sabiéndolo se echan a la calle, a la plaza y a los cafés, como si todo lo que supieran o les contasen matara el dióxido, matara el futuro.
Se promener parfois, et voilà..! tu te trouves un promeneur avec une certain regard ...
ResponderEliminaret que ces regards, vous égayer votre et moi journée
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