martes, 1 de noviembre de 2011

LAS MIL CIUDADES.


Esto es París, me dije. Esto tan solo, y tanto a la vez. Esta es la ciudad del amor, para muchos, la de la razón para otros tantos. Y la ciudad más turística del mundo, para los que vivimos aquí, y los capeamos como buenamente podemos.

La ciudad de la búsqueda, sin duda, de los libros de viejo, y de las librerías que huelen a ancianidad, cruce de culturas y de caminos. Antigua Lutecia, nueva París, todo y nada. Distintas vidas, héroes, traidores y jóvenes ancianos, a la luz de las velas y el sabor aséptico del absenta.

La ciudad de las mil vidas, la ciudad de las mil ciudades. La de Zola, la de Hugo, la de los Dumas, la de Richelieu y los mosqueteros, o la del malévolo y poderoso Mazarino. Una y todas, todas y una. Donde puedes buscar un buen cuadro, una buena foto o una Maga, que cambie tu vida para siempre, como hizo Oliveira de la mano de Cortázar, mientras jugaba a la Rayuela. En fin, es París y bien vale una misa. Cronopio, cronopio.

http://animodecotademalla.blogspot.com/2011/11/memorias-de-un-neoafrancesado.html

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