Pequeña ciudad dentro de la gran ciudad, pequeño lugar tranquilo rodeado del más caótico de los caos, calles lapidarias, frías, color gris y verde. Cuestas, escaleras, música del viento entre los árboles altos, entre los arbustos bajos.
Un cementerio como tal, un tal cementerio, el más famoso, tal vez, no lo se, tampoco me importa mucho, lo importante de los cementerios no es su capacidad, su fondo, su anchura o la altura de sus paredes, lo importante de los cementerios es lo que hay en ellos, o quien están allí, de vacaciones postrimeras incesantes. En este importa mucha gente, Balzac, Oscar Wilde, Modigliani y un gran etcétera.
Un cementerio de artistas, un cementerio literario, una calle donde vale más la pena los que están muertos, que los que toman café y hablan de banalidades en los cafés. Solo un fallo, falta Cortázar, que esta cerca y tan lejos allá en el Monte Parnaso, justo a la otra punta de París.
Poder caminar por este cementerio bajo la lluvia, admirando, recordando y sobretodo reflexionando sobre cada uno de los artistas, escritores, cantantes, personas de carne y hueso al fin y al cabo, es uno de los momentos que siempre recordaré de mi viaje a Paris.
ResponderEliminar"Los cementerios estan llenos de personas imprescindibles" Napoleón Bonaparte
Víctor G.M.
Lo cierto amigo, es que a veces en esta ciudad, tengo la sensación de que hay gente más interesante enterrada en los cementerios que tomando café en las braserias.
ResponderEliminarEdu