Otra cosa no, pero estas
grandes tiendas, estas tiendas donde se muestra con toda la barbarie,
con todo lujo de detalles, que nos encontramos en una sociedad
consumista caníbal, una sociedad donde pareces un paria sino buscas
tener el traje de la famosa, o el coche de moda, ya les digo otro
cosa no, pero esto en París sobra.
No sabría enumerar
todos los grandes almacenes de alto nivel adquisitivo que hay en la
ciudad, desde las galerías Lafayette, a los almacenes Printemps,
pasando por el Gran Almacén del Hotel de Ville, la rue Saint Honoré
y por supuesto los Campos Elíseos entre otros.
La cantidad de tiendas
llenas de ropa, de objetos caros y vacías de contenido que se
levantan en la ciudad, son inclasificables, aquí podemos encontrar
los metros cuadrados más caros de toda Europa, y a solo unos metros
ver a gente durmiendo en la calle, sin nada que comer y tirados sobre
las rejillas de ventilación del metro para sentir un leve calor. Ese
también es el verdadero París, la pena es que mucha gente no
quiere, o no sabe verlo.
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