jueves, 3 de mayo de 2012

L´ORIGINE DU MONDE.


 Cuando su autor Courbet la pintó, no supuso o no quiso suponer la gran polvareda que levantaría, entre sus entonces contemporáneos, y que llegaría hasta nuestros días. El cuadro ya lo ven, no es grande, pero si curioso, tanto que la imagen sensual de la mujer descansando entre las sabanas, rompió con lo anterior, la perspectiva del sexo femenino, además atentó contra el puritanismo de muchas personas de la época.

Es por ello, que la mayor parte de su vida, que la mayor parte de sus años de existencia, ha permanecido oculta, escondida, en muchos casos bajo otros cuadros, otras veces en grandes gabinetes privados, donde solo podía ser contemplada por sus dueños. Algo así le sucedió a la Maja desnuda de Goya, o la Venus del Espejo de Velázquez, que durante tantos años permanecieron ciegas al mundo, por el escrúpulo de los gobernantes de la vieja y perra España.

Incluso los entendidos en arte de la época criticaron la obra, así como a la Olympia de Manet, amigo y pintor de cuerpos femeninos a la misma escala, que se vieron apuntados por los talibanes de mente estrecha de la cerrada y excluyente sociedad francesa. Hoy incluso, a pesar de ser una obra conocida, y el sexo no ser un tema tabú dentro de la sociedad europea, llama la atención ver a los no iniciados en el tema del arte, situarse ante la obra, y ver sus miradas esquivas mientras pasan frente a ella, ruborizándose y mirándola solo de reojo, como si de un voyeur novecentista se tratase.

1 comentario:

  1. ¿Tienen el pudor o el rubor que asociarse necesariamente a la estrechez o a la ignorancia?

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