En la capital francesa,
como en todas las capitales de la vieja Europa y del nuevo mundo, de
África, Asia, en cualquier capital de país del mundo, ha habido,
hay, y habrá atentados, los hay menores, mayores, trágicos,
verdaderas masacres. Algunas son televisadas en directo a medio
mundo, o el mundo entero, otros, tal vez por las razones que llevan a
producir el atentado, o por lo que sea, parece que les cuesta salir
de la frontera informativa del país de turno.
El caso de esta
placa-situada en la rue Rennes, en el barrio de Saint Germain, a la
sombra de la torre Monparnasse-, es uno de ellos. Recuerda varios
atentados de esos meses, como el de las galerías Lafayyete, el de
las galerías de los Champs Elysses, o en Bazar Hôtel de Ville,
todas ellas en galerías comerciales importantes, para gente de alto
nivel adquisitivo. Hace tiempo del atentado en cuestión, año 1989,
gobernaba aún el primer socialista de la Quinta República francesa,
el ya desaparecido François Mitterrand, era un diecisiete de
septiembre, y ese día perdieron la vida 7 personas. Fue el más
grave.
El atentado por bomba de
gran deflagración fue llevado a cabo en los almacenes Tati, aún
estos almacenes siguen abiertos, no en la rue Rennes, pero si en
otros lugares como Barbés, un barrio pobre de la ciudad, pues estos
almacenes de ropa, son muy económicos y siempre están llenos de la
gente más desfavorecida. El atentado fue llevado a cabo por el
comando armado de la revolución libanesa, que por entonces se
dedicaban a atacar a todos los países que hacían la vida imposible
a Palestina, mientras inflaban de oxigeno y armas a los israelís.
Hay cosas, que por muchos años que pasen no cambian.
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