Fue muchas cosas en la
vida, un gran curriculum ciertamente, médico, periodista y
presidente de la República Francesa. Criado en una familia
republicana y anti monárquica, primero contra Carlos X, después
Luis Felipe I, y finalmente Napoleón III, digamos que al seno de la
familia de Clemenceau, no le molestaba demasiado ver las guillotinas
por el centro de París.
Fue alcalde de
Montmartre cuando se inició la tercera república francesa, un año
después, fue nombrado miembro de la Asamblea Nacional del
departamento del Sena, intentó durante La Comuna parisina mediar
entre gobierno y comuneros, sin lograrlo, dimitiendo tras ello de su
puesto en la asamblea y en la alcaldía. En 1876, es de nuevo
reelegido diputado, y se dedicó a luchar por la amnistía de los
detenidos durante La Comuna, así como a pedir la separación entre
iglesia y Estado y contra la política que Francia llevaba acabo en
las colonias y la intervención militar francesa en el Canal de Suez
y en Tonkín. Siendo redactor del diario L´Aurore fue el inventor
del famoso titulo del artículo J´Accuse...! de Emile Zolá.
Comenzó pidiendo la
abolición del senado, aunque luego acabó siendo senador, su fuerza
y cabezonería lo llevaron a acabar con varios gobiernos, por lo que
sus contemporáneos lo llamaban “El Tigre”. Se fue radicalizando,
y tras el estallido de la primera guerra mundial se dedicó a temas
internacionales, llegó a ser ministro de interior y presidente de la
República. Al finalizar la guerra, fue parte destacada de los
negociadores del tratado de paz de 1919, en ese Tratado de Versalles,
fue parte principal del grupo que pidió que se castigara severamente
a los alemanes. En 1920 perdió sus últimas elecciones y se retiró
de la vida política, dedicandose a escribir grandes obras sobre
política.
No hay comentarios:
Publicar un comentario