martes, 22 de mayo de 2012

PETIT PALAIS.


Creado para ser el pabellón de la Gran Bretaña en la famosa Exposición Universal de 1900, parece que toda la ciudad, se levantara a la sombra de Napoleón Bonaparte primero y de la exposición de marras después, hoy atesora el viejo poder de la Pérfida Albión, una estatua de Churchil a sus pies, y el nombre de la avenida donde esta se levanta, bautizada con el nombre del político inglés.

Enfrentado al Grande Palais, que en su día fue la casa de los Estado Unidos de América en la exposición, y que ahora es una gran sala de exposiciones temporales, este, el pequeño palacio-digo-, hoy alberga la colección permanente del museo de Bellas Artes de París. Es una visita rápida, pero interesante, sobre todo aprovechándola para contemplar alguna exposición de fotografía itinerante, o el patio circular, que se encuentra en su interior.

Hay cosas en París, que resultan tan obvias, que son difíciles de no ver, o visitar, este palacio y su hermano mayor, son una de ellas, muy céntricos, a unos metros de los Campos Elíseos, frente a los Inválidos y en la ribera del Sena, pero no son tan conocido como otros lugares, incluso un servidor, no lo visitó hasta después de unos cuantos meses de estancia en la capital gala.

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