Muchas ciudades cuentan
con heroicidades, actos de valentía y otros hechos, que se podrían
considerar dentro de un cajón de sastre, con título de curiosidades
o excentricidades, en ciertos casos-creo que este es uno de ellos-,
se podría llamar excéntricas curiosidades, o curiosas
excentricidades.
La historia de este
aviador, poco conocido en Francia en general y en París en
particular es una de ellas, y su historia, digamos hermana dos
ciudades de la vieja Europa, París y Vigo. Empecemos por Vigo, ya
saben, la tierra cercana tira, y nobleza obliga. Allí, en Balaídos,
donde ahora se juega al fútbol, Vendrines hizo la primera exhibición
aérea en la ciudad, fue recibido con honores de jefe de estado. Las
crónicas de la época, hablan de que a su llegada se produjo el
lanzamiento de 21 bombas de palenque, y el conde de Torrecilla, puso
su automóvil a disposición del aviador, quien se hospedó en el
hotel Continental. Las entradas para ver el espectáculo, variaban en
precio, desde los palcos a 30 pesetas, pasando por las de asiento de
banco a 2, y las generales a 1 peseta. Corría el año 1911.
Este aviador francés,
héroe en la Gran Guerra, murió en un accidente aéreo a los 38 años
de edad, cuando inauguraba la ruta París-Roma en 1919, junto a su
mecánico, a bordo de un bimotor Caudron-C23. Además llevó a cabo
un acto de estos que se podrían calificar de heroicos. En la ciudad
de París, llegó a ser conocido como la primera persona, en
aterrizar un avión en la terraza de uno de los principales edificios
del centro de la ciudad, las famosas galerías Lafayatte. Allí, en
su terraza, se le recuerda aún. Uno de los pocos sitios donde lo
hacen.
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