miércoles, 29 de febrero de 2012

CUALQUIER SITIO ES VALIDO.




Es así, tal cual lo digo, tal cual lo pienso en el momento que emborrono un papel con las primeras lineas, y sigue siéndolo así, de real, de duro, cuando horas después aporreo las mismas lineas en un teclado de ordenador. Cualquier lugar es valido, y eso hace, que los que antes no eran tan normales, tan validos, pierdan el honor y el valor de lo especial.

Son pequeños quioscos, unos con licencia y otros sin ella, pero que se esparcen por toda la ciudad, por todos los rincones, los parques y los puentes. Son tantos y tan dispares, que parece que algún arquitecto loco, los diseño a la vez que diseñaba los edificios que se levantan a lo largo de las calles, avenidas y bulevares.

Es así, cuantos más lugares validos hay para explotarlos privadamente, menos sitios públicos hay para soñar, para amar y para recordar. Pero es época de recortar lo público, y de esta forma conseguir que solo tengan a derecho a soñar, reír, amar y recordar, los que tienen dinero para hacerlo de forma privada. Eso sí, para ellos cualquier sitio seguirá siendo valido.

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