Linea de metro, plaza con árboles y enanos jugando a la pelota, iglesia también, barrio del once, cerca de Chemint Vert, cerca de La Bastilla y Republique, un sitio poco o nada conocido, a tiro de piedra de Parmentier, muy conocido, zona de copas y restaurantes, pero solo conocido por eso, por sus bares, pero el resto, olvidado.
Pequeña iglesia a lo lejos, grande desde cerca, arcos de medio punto y cúpulas medio espigadas, medio puntiagudas, distinta y parecida, muy curiosa a primera vista, muy francesa cuando la ves de vez en cuando, día tras día.
Zona de barrio, de obreros, y de pocos turistas, o ninguno, posiblemente uno de los barrios más céntricos y menos visitados, es la diferencia de la gran ciudad, de la capital del antiguo Imperio, de la antigua Lutecia. Cafés de toda la vida, con calentadores en la calle, acompañados de gente fumando, cuando en la calle hace un frío de perros. La vida.
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