Los Burgueses de Calais,
les dicen por mi tierras. Grupo de seis personajes, vestidos con
sogas y ropajes anchos, enviados al cadalso, estos seis hombres de la
burguesía, llevaban a cabo un acto heroico por su gente, tal vez el
único que recuerda la historia.
La Guerra de los Cien
años, hacía el 1347, los ingleses ahogaban la ciudad costera de
Calais, los franceses no conseguían romper las lineas y el rey
inglés, Eduardo, decidió dejar morir de hambre a los habitantes de
la ciudad. Incluso, apresó a niños y ancianos expulsados de la
ciudad por falta de comida, y los dejó morir en la parte exterior de
la muralla.
Finalmente, el rey
inglés aceptó que la ciudad entregara a seis burgueses para ser
afeitados a la altura de la gola, cuando ya los tenía, y encendido
por la ira los pensaba asesinar allí mismo, apareció la reina y le
pidió que los dejara libre. Así lo hizo, la ciudad se libró y los
ciudadanos escaparon y se asentaron por toda Picardia. Rodín creó
varias de estas esculturas en bronce y casi de tamaño natural, estas
se pueden visitar por toda Francia, o en el parque del Parlamento de
Londres, y como no, en el jardín del museo de Rodín en París.