Imagen escultórica,
escultura imaginativa en su día, de metal dorado actualmente,
escultura conocida de ida y vuelta, regalo por regalo, y regalo
regalado de nuevo a escala, no se puede estar nunca seguro de lo que
se ve, de lo que se siente con estas cosas.
Pues en medio de París,
junto al río Sena, se puede ver una reproducción a escala de la
Estatua de la Libertad, regalo del gobierno norteamericano, en
contestación al primer regalo de la república francesa, que donó
la que se ve en Liberty Island.
Pero aún más, junto al
puente del Alma, conocido por la muerte de una princesa y su novio,
se alza la antorcha original, la de verdad, la que viajó a Nueva
York, y en la primera restauración volvió a París, para ser
restaurada y erguirse en un sitio poco turístico, pero desde la
muerte de la princesa, uno de los más vistos.
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