jueves, 8 de marzo de 2012

SAINT-MICHEL.



Fuente central y céntrica, fuente de todos los parisinos, de todos los turistas, lugar de visita y de quedada, nacimiento del Barrio Latino, muerte de San Germain-dés-Prés. Color puro, rosáceo, fino y liso, frío los días fríos y frío los días calurosos.

El Sena la observa desde hace años, casi tantos como La Conserjería, al otro lado, la Santa Capilla, la observa desde más lejos, envidiosa, pues ella es más importante, ella estaba allí antes que la fuente, de hecho, ella estaba allí antes de que nada estuviera. En fin, todos la conocen, aunque desconozcan lo que esta a su alrededor.

No es de extrañar, pues es una de las grandes atracciones de la ciudad del Sena, una pena que la gente no conozca el resto de las obras que la atestiguan. El monasterio de Cluny, por ejemplo. Historia de la ciudad, del país, y de tantos y tantos países, pues la orden de Cluny creció a la vez que lo hacía el románico.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario