Como setas en época de
lluvias, así nacen, aparecen las placas por las calles, paredes y
parques de esta ciudad, no hay calle sin la suya, de actor, pintor,
escritor, intelectual o militar. También las hay, y muchas, de gente
de la calle, como usted y como, muertos por Francia, en las guerras
mundiales, en los bombardeos, o en selectivo asesinatos a manos de
los nazis cuando entraron en París, pasando a cuchillo y metralla.
En Montmartre sobre todo
son de artistas, de genios, enloquecidos y muertos en la pobreza, por
eso, te paseas por la Rue Lepic, como hago a menudo, y allí, te
puedes encontrar esta placa, la de Vicent Van Goght, y su hermano
Theo.
No hay más, que pasear
y mirar, disfrutar de la ciudad, de sus construcciones, que además
de ser moradas hoy, lo fueron ayer, desde hace mucho años, y de
muchas personas, algunas de ellas, verdaderos genios a seguir por la
ciudad del amor, de la luz y del Sena.
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