viernes, 9 de marzo de 2012

MOULIN DE LA GALETTE.





El Molino, o los molinos realmente, pues son varios, por lo menos dos, los que hoy se conservan, los que hoy se ven desde el exterior, pues pasear por su interior, por el parque de La Gallete hoy es imposible, es privado, lo que si es posible es entrar a un restaurante de los caros, que lleva su nombre. Negocio.

Parque, donde los ricos y los pobres pasaban las jornadas dominicales, músicas, juegos, risas y meriendas. Pintores impresionistas, retratando la realidad, la vida del París de la época, el París que fue, hasta que dejó de ser París, para ser lo que es hoy.

Una pena, privatizar lo que es de todos, o lo que era, pues una memoria histórica, no debe de ser olvidada, no debe de ser vendida al mejor postor, la cultura, como la memoria es del pueblo y al pueblo le pertenece. Aunque poderoso caballero es don dinero, que decía aquel cojitranco erudito, que combinaba Valdepeñas, con toledana, anteojos y pluma con tintero.

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