Ver los aviones, los bombarderos del ejercito, los helicópteros, sobre volar la plaza de la Bastilla, rúa Rivoli, Notre Dame, o los Campos Elíseos, en días como hoy, significan fiesta, alegría, tal vez sea el día de la amnistía de la primera guerra mundial, tal vez sea catorce de julio.
Esos aviones que hoy sobre vuelan la antigua ciudad, los nuevos barrios, mientras la gente se para a admirarlos, para fotografiárlos. Hace solo unos años, habrían hecho correr a todos los presentes a refugios antiaéreos, a trincheras, o a donde esconderse lo máximo de las bombas enemigas.
Curiosa evolución del uso de las armas pués. Antes de la primera guerra mundial, los países participantes de las Exposiciones Universales, enviaban armamento, buques, para servir de ejemplo y para rendir homenaje al país de acogida, tras las dos guerras, de nuevo, usan el armamento que arrasó el viejo continente para la fiesta, para el jolgorio. Estúpidos.
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