Desde 1802, se viene
dando esta condecoración francesa, la más importante a nivel civil
y militar, no hace falta realizar actos heroicos, ni alcanzar
helicópteros enemigos en pleno vuelo para recibirla, sino realizar
méritos extraordinarios dentro de cada uno de sus ámbitos, es decir
la puede recibir un militar, francés o extranjero por salvar la vida
de sus compañeros en una escaramuza en Afganistán, pero también la
recibe el escritor o historiador francés o extranjero, que lleva a
cabo una obra de investigación o ensalzamiento de la historia
francesa.
Ya les sonará la fecha,
1802, y les vendrá a la cabeza Napoleón Bonaparte, pues bien, fue
él-quién sino-, la que las comenzó a otorgar, las primeras de
ellas en los Inválidos, a soldados, inválidos de guerra,
científicos, artistas y escritores. Desde entonces no han parado,
han cambiado las efigies desde las primeras con Napoleón, a las
actuales con la efigie de una mujer que representa la república,
pasando por el rey Enrique IV, ya saben, el de París bien vale una
misa.
Como todas las
condecoraciones que tienen un principio, o un nacimiento militar, en
la Légion d´Honneur, existen también varias graduaciones-cinco en
total-, desde la básica de caballero o Chevalier, oficial,
comandante, gran oficial y gran cruz, siendo este último una especie
de Gran Maestre, titulo que recaé en el Presidente de la República
Francesa, quien a su vez lo recibe de manos del canciller de la
Legión de Honor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario