En la calle principal del
barrio de Belleville, aparece una placa, dicha placa reza así: “Sur
les marches de cette maison naquit le 19 de Décembre de 1915
dans le plus grand dénuement Edith Piaf dont la voux, plus tard,
devait bouleverser le mondé”, o “En
las escaleras de esta casa nació el 19
de diciembre de 1915 en la mayor de las miserias Édith Piaf, cuya
voz, más tarde, cambiaría el mundo”.
Nació
bajo una farola, en el numero 72 de la rue Belleville, pues su madre,
en solitario, no consiguió llegar al hospital. Su padre-de profesión
acróbata-, celebro el nacimiento emborrachándose y abandonándola a
ella y a su madre-de profesión cantante ambulante-, así comienza la
vida de la más famosa cantante de la historia de Francia, Édith
Piaf. Su abuela, la alimentaba con vino en vez de con leche, por eso
la niña comienza a criarse con el abuelo, el cual tuvo que partir al
frente durante la Gran Guerra, dejándola con su madre, que regentaba
un prostíbulo, la niña es criada por las prostitutas que allí se
ganaban la vida.
Antes
de convertirse en actriz y cantante, y cambiar la idea de la música
francesa, tuvo una hija-la única-, con el chico de los recados del
burdel, la niña murió con dos años debido a la meningitis. Cuando
en 1959 se desploma durante un recital en Nueva York, comenzó a
fraguarse la leyenda. Enferma y hastiada, vuelve a París, donde da
recitales en el Olympia, un teatro clásico a punto de desaparecer, y
que ella reflota. Más tarde en 1963, un cáncer hepático se la
llevó. Murió en Grasse-Alpes Maritimos-, y fue trasladada a París,
donde se anunció su muerte oficial. Sus restos se encuentran en el
cementerio de Père Lachaise, allí, su tumba permanece tapizada de
flores desde el primer día de su reposo.
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