Se levanta pétreo,
fuerte y erguido en una de las patas del puente del Alma-puente
conocido por la muerte violenta de una moderna princesa-, creada
junto a sus ya tres hermanas desparecidas por los avatares de la
historia por el escultor Georgia Diestro. Su nombre, el de Zuavo,
viene dado por su vestimenta, pues es la de uno de los regimientos de
la infantería francesa originaria de Argelia.
A partir del año 1830,
su nombre y vestimenta rápidamente se extendió por otros muchos
países y fuerzas, como las de Estados Unidos, Vaticano, España o
Imperio Otomano. Su nombre fue evolucionando, desde su etimología
bereber zwāwī
-gentilicio
de la tribu zwāwa,
de
la cual salieron los soldados mercenarios para engrosar el ejercito
francés-, hasta en nombre francófono Zouave,
hasta finalizar en la palabra Zuavo, con la que hoy se conocen.
El
que se encuentra en la zona oeste de la ciudad del Sena, sirve para
medir el caudal del río que corta la capital francesa, es por tanto
bastante visitado por los habitantes en época de lluvias, pero poco
frecuentado por turistas, a pesar de ser una bella creación. A punto
estuvo de “ahogarse” en el año 1910, durante las grandes
inundaciones de la ciudad, donde el agua lo cubrió por encima de la
barba.
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