miércoles, 11 de julio de 2012

Y DE PRONTO PARÍS.


Los escalones parecen no terminar nuca, en esclarea de caracol y en escalera de tiro, poco importa la forma, y si los escalones, un primer piso, un descanso, un segundo piso, un poco de agua, y finalmente la terraza, una puerta de metacrilato, más bien una pérgola te da la bienvenida. Prohibido comer y fumar.

Suelo inestable, movido, de distintos niveles, alturas, hasta legar al paralelepípedo horizontal, donde se levanta un pequeño escalón, allí fotos, halas!!!, y cámaras fotográficas. Aire, sol, luminosidad e inmensidad.

Y de repente, y de pronto París, allí abajo nace desde tus pies, desde los pies del Arco donde te encuentras, hasta la inmensidad, a todos los lados, en todas las direcciones, así es como ocurre, tú compras tu ticket, dejas el hálito en las escaleras y de repente París, solo para ti.

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