No sé si son las más
antiguas, o las más clásicas, o si aquí era donde venia tal o cual
famoso, tal o cual ricachón, o si las famosas de prensa rosa, se han
paseado mucho por aquí o no, si prefieren los Hausmann, más bonitos
por fuera, o si pasan del tema y ahora hacen o en su día hicieron la
compra más lejos de la zona turística, tan no se, digamos tan del
populacho.
Pero su interior, el de
los almacenes, galerías Lafayette digo, no el del populacho, son una
verdadera maravilla, una obra de arte, parecen palcos de un teatro
trasnochado, que dejo de representar clásicos, para acoger tiendas
de Dior o Channel.
No es tan malo dejarse
caer por allí de vez en cuando, no a comprar digo, sino a echar un
ojo, tanto al interior como al edificio, una maravilla
arquitectónica, que te deja un momento con la boca entre abierta, y
de paso, visitar la azotea, y echar un vistazo a esa ciudad que
parece nunca acaba.
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