Cinco metros de alto, y
varias toneladas de bronce aparecen con forma de futbolistas en la
plaza de Beabourg, justo a los pies del museo de arte contemporáneo-o
moderno, según gustos-, Georges Pompidou de París.
Como podrán observar,
es el cabezazo de la estrella francesa del balompié Zinedine Zidane
cabeceando el pecho del italiano Marco Materazzi, en la final del
mundial de fútbol 2006 de Berlín. La oscura escultura se levanta en
el lateral izquierdo del edificio, y se colocó allí como antesala
de la exposición del mismo autor denominada “Je suis innocent”
que albergará el museo en su interior.
El artista francés de
origen argelino Adel Abdessemed, ha realizado un gran monumento a la
derrota, por lo menos a la derrota más reciente que aún retumba y
duele en el sentir francés-muchos no recuerdan Bailén, ni
Waterloo-, es el problema de la ignorancia, pensamos que lo más
doloroso que nos puede ocurrir es la derrota de nuestro equipo,
mientras a nuestro alrededor el hambre se apodera de la ciudad,
haciéndose con el control, casa por casa, avanzando portal por
portal, pero eso a quien le importa, Francia perdió un mundial de
fútbol aquel día.
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